martes, 16 de mayo de 2023

Arrepentido/en la mierda

 Regret

 

Dejé que mi soberbia me cegara pensando que podía ser lo suficientemente fuerte, mientras cavaba este hoyo poco a poco hasta que de repente me topé mi reflejo,  ese pobre Narciso interior hinchado de vanidad y cumplidos, de mensajes de desconocidos, de verme al espejo y llenarme con mi imagen externa, orgulloso de cumplir expectativas, de lograr metas aunque el camino me aburriera o francamente lo detestará, aunque siempre me perseguía la insatisfacción de haber hecho todo con el mínimo, esfuerzo, al ay se va y al ultimo momento, y la suerte de salir absuelto y hasta premiado, vivir más que con miedo con la vergüenza de llegar a ser descubierto en mi ignorancia e irresponsabilidad,

Ese pobre y desolado Narciso que amaba verse en el espejo y despreciaba los ecos que osaban acercarse o mostrar interés, ese soberbio Narciso quedó horrorizado con este nuevo reflejo un viejo descuidado, inútil, intrascendente, vacío

Un Narciso desolado que extraña su yo bello y aparentemente perfecto, solo, abrumadoramente solo, que alejo a sus amigos y a su familia que no sabe como regresar, no sabe si hay a dónde regresar, si aún es tiempo de regresar.

 

No soy victima de nadie ni cargo un pasado doloroso a cuestas, tampoco pienso ser autocondescendiente y darme palmaditas en la espalda diciendo que todo estará bien, cuando la he estado cagando un día sí y otro también cuando repetir un instante se ha vuelto más importante que yo o que los que quiero.

 

Sí, sé que tengo un trabajo que me permite seguir viviendo solo, darle un apoyo a mi mamá cada mes, que me ha costado el esfuerzo que no me costaron todos los anteriores, que desempeño en otro idioma y haciendo algo en lo que no tenia experiencia, sí sé que ya llevo un año y medio en él, y que una persona no funcional no hubiera durado ni 3 meses, que nunca he dejado de pagar la renta, ni tengo que soportar un roomie o pedir prestado para acompletarla, que lo que he llegado a pedir prestado aunque a veces a destiempo pero lo he pagado, sí ya sé que ya no estoy mamado de 85kg pero nuca he bajado de 70, si sé que me veo fodongo, mi auto es un basurero, y mi depa es apenas aceptable Gracias a que puedo pagar a alguien que me ayude lo que para mi es el mejor lujo que me puedo dar, 

Pero no deja de ser un chaos, No busco consuelo, empatía o llamar la atención, no busco la palmadita o cariño de mi mundo de siempre, ni de este mundo paralelo en el que me fui hundiendo, un mundo que desprecio, del que reniego y con ello me desprecio a mí, solo es ponerlo en palabras para entenderlo bien, para intentar dejarme de hacer pendejo, seguir en esta mierda es insostenible

lunes, 28 de noviembre de 2022

Barco a Venus

 

Barco a Venus

Me he convertido en esclavo de vicios, me hice prisionero de la evasión, ya ni intento acercarme a nadie, y mucho menos pedir ayuda, en la superficie mi parte soberbia sigue autoengañándose con que sí puedo y les podré echar en cara que YO si pude solo, pero en el fondo siento que ya no puedo pedir ayuda, ya no merezco ayuda, no quiero volver a decepcionar a nadie, mucho menos a mí y me encierro para no ser visto, para que no puedan ver de cerca en qué me convertí, esta piltrafa en la que ni yo me reconozco, y al alejarme me pierdo y lastimo.

Me pierdo y me lastimo, pero sobre todo lastimo a otros, a esos que a pesar de mi aún intentan saber de mí, que quieren seguir compartiendo momentos, y a cada invitación siempre me evado con la idea de que pronto regresaré flotando sobre mi pantano pero solo dejo pasar la vida y lo único que hago es hundirme cada vez más en mi mundo cada vez más obscuro y solitario. 

Sé que me estoy quedando cada vez más solo, ya nunca salgo de mi cuarto, y mi mundo es cada vez mucho más obscuro pero digo que estoy por viajar a Venus en mi flota de barcos de papel, pero lo único que hago es hundirme más. 



lunes, 15 de agosto de 2022

Más fuerte


 Is so hard/más fuerte que todo lo que deseo. 

Is so hard to talk about this, that I need to start in a lenguaje were everything feels less intense, es tan difícil hablar de esto porque en cierto modo es hablar de uno mismo, porque uno empieza a pensar que parece que todo está en que uno mismo se sabotea que uno decide estar aquí.


Y no tampoco es evadir la responsabilidad pero hay algo que no es normal, hay algo más fuerte que míles de Intentos de empezar todos los días de nuevo y la hora párace que se olvidó ese gran propósito que cada uno tenemos: nosotros mismos.

 

Y ahora toca ser valiente y hablar en primera persona. Hay algo más fuerte que todo lo que deseo y parece que toma las riendas de mi vida y controla mis pensamientos que se pierden entre millones que me saltan en la cabeza a cada momento pero afortunadamente también mi otro yo se queda y otra vez amanezco con ganas de empezar de nuevo, espero y esté deseo no se apague nunca, creo significa que si me quiero.

sábado, 6 de agosto de 2022

No lo sueñes, hazlo

  

No lo sueñes, hazlo

 

Tienes tantas cosas en la cabeza, si fuera por ideas a ti te salta una y otra a cada rato, si un amigo te pide consejo, sabes perfectamente qué hacer, sin dudarlo, con un poco de soberbia, pero con la autoridad moral que crees te da el hablar desde tus mejores intensiones, de lo orgulloso que estás de tus amigos y lo bien que los conoces para saber de qué son capaces, y en ello tomas el control y por un momento se te olvida que no sabes qué hacer por ti, que llevas 5-6 años perdido dando tumbos contra las paredes de ese oscuro e interminable túnel en que te decidiste meter, y la vida te lo está recordando, la vida no es pensar o decirle a otro cómo enfrentarla, la vida son acciones y de eso no hay nada, la insoportable levedad e inmovilidad del ser te aplasta con su desesperanza y la sensación extraña de fracaso por ni siquiera intentarlo.

 

Tan solo escribir esto te ha tomado 3 semanas, quedaste contigo mismo de publicarme hace 1 semana y mírate, apenas escribiendo sobre mi, sobre el aire denso del aburrimiento y la repetición con la que llenas tus días, sobre el auto encierro al que te sometes como si fuera un castigo, sobre cómo parece que quieres castigar a tu cuerpo y a tu mente con ese humo blanco que solo te hace sentir mal pero en el cual has puesto el control de tu vida.

 

No lo sueñes, quizá no soy el mejor tema para empezar, quizá tú sintaxis y tu ortografía no sean perfectas, ni tu inspiración esté en su punto máximo, ni siquiera sabes cómo llamarme: depresión, autosabotaje, tristeza, soledad, vacío, decepción, enojo, dolor, quizá todos estos sentimientos juntos, pero querías hablar de mi escribiendo, querías saber si así me vas conociendo más hasta saber quién soy y por fin me puedas confrontar para quitarme las riendas de tu vida y empezar a ser responsable de quien eres, de qué haces, trabajar con la seguridad de hacerlo bien, vivir con la satisfacción de que estás dando lo mejor.

 

Sabes a veces me emputan esos Psicólogos que te dicen “no te autocastigues” “lo hiciste lo mejor que tus circunstancias en ese momento te permitían hacerlo” “Eres muy duro contigo mismo” no wey ni siquiera lo hiciste, tanto negociar proyectos, buscar alternativas de  trabajo, intentar hacer algo que de verdad te llene, tu increíble suerte y la capacidad que en parte tienes y en parte aparentas, obtienes una buena oportunidad y luego otra y después otra y ya cuando estás adentro cuándo tienes que poner el mismo esfuerzo que diste para conseguirlas, te quedas pasmado, lleno de pánico sin atreverte a tomar el teléfono, o prender la computadora, y sabes que van a  empezar los días en te empiezan a pedir informes, reportes y ya te estás atormentado por todos los pendientes que dejaste ayer pero que hoy evades con cualquier pretexto para completarlos, prometiéndote que ya solo media hora mas  para relajarte y darle con todo pero terminas por evadirte en nubes blancas terminando todo alterado para darte cuenta que de repente se te fue el día, entre el martirio mental de “querer hacer” y saber “que tienes qué hacer” y el desgaste físico de evadirte al no dormir bien, no comer bien y gastando tiempo y tu cada vez menor energía física,  de la manera más absurda cuando ya es hora del siguiente día y con lo agotado que estás apenas terminas tu jornada acumulando más pendientes a los que ya tenías, sintiéndote un total fracaso porque siempre supiste que podías y debías hacerlo, que otra veces si has sacado la casta, pero hoy no pudiste conmigo, te quedaste solo, en la nada como tus sueños y ahora también tu realidad terminó en NADA.

  

Y bueno hoy me publicaste y uno que otro muy cercano que conoce tus tribulaciones te aplaudirá y te dirá wey 1 semana después pero lo hiciste y te costó  un chingo porque bla, bla, bla y agradeces su calidez entre dientes pero tu soberbia estalla por dentro, pinché wey condescendiente, hoy ya vale medres, ya no lo cumplí, hoy ya no vale, no me cumplí con el día en qué quedé conmigo mismo, otra vez me quedé mal, otra vez me fallé


y así la insoportable insatisfacción de mi ser.

(Incluye un muy humilde homenaje a Milán Kundera)

Elías Monsieur

miércoles, 3 de septiembre de 2014

A ras de tierra

Estabas a ras de tierra y no te vi, tuve que cavar hasta el fondo de mi para encontrarte (Juan José Arreola).

¿Donde está el fondo?, ¿Ya lo encontré? ¿Hasta donde tengo que llegar?, ¿Qué más me tiene que pasar para aceptar esta realidad que me está debilitando cada día más? ¿Qué nueva enfermedad me tiene qué atacar con toda su fuerza para comprender que algo está pasando en mi cuerpo? dos años de fiebres constantes, de gripas de 10 días que regresan cada mes, de ganglios inflamados por todo el cuerpo,  2 años y 15 kg menos, diarreas incontrolables sin razón alguna, vómitos y dolor al tratar de comer cualquier alimento ¿Hasta donde tengo que cavar?, ¿por qué no puedo hacerme una maldita prueba? ¿Por qué no puedo ni siquiera decir esa maldita palabra? ¿Quizá si no lo digo, quizá si pienso que mañana estaré bien, lo esté?.

No sé por que llegué aquí, no puedo ser yo quien cargue con esto, yo que siempre me he cuidado, yo que casi siempre contuve mi carne, yo que siempre te cuidé, y tú, tú te ves tan normal, tú que si te has dejado ir entre tantos cuerpos, tú que después de mi te has dedicado a conocer uno y otro y otro más si ningún pudor, yo que he terminado por rechazar a un par que me ofrecían lo que yo tenía para ti ahora me tengo que enfrentar a esto, cayéndome en ese hoyo cada vez más profundo. Tú, tú tan campante y tan saludable, tú que has pasado por tantos placeres vienes y me confrontas.

Tú ¿Cómo te atreves tú a decirme que puedo estar muriendo? ¿Cómo te atreves tú a insinuar que puedo ser veneno? ¿Cómo puedes decirme que en mi sangre llevo la carga de eso que no quise ser, de eso que no quise dejar crecer, de eso que apenas dejé fluir cuando estuve junto a ti? ¿Cómo puedes estar tan bien? ¿Cómo puedes ser tan feliz y tan brillante? Yo no puedo estar así, si tú no lo estás conmigo, tiene que ser otra cosa, tiene que ser la depresión por tu partida, ese tanto extrañarte todos los días de estos últimos cinco años sin ti. Esos dos años tan intensos junto a ti se han convertido en estos dos años de estarme borrando poco a poco, de estar siendo cada día un poco menos yo.

Y ahora estamos aquí, otra vez juntos, otra vez con tu brillo cegador llenando la sala del hospital, llegaste con tu sexto sentido justo en el momento en que ya no podía sostenerme a mi mismo para cargarme con tus brazos cada vez más fuertes. ¿Por qué siempre estás aquí junto a mí? ¿Por qué siempre llegas en el momento justo en que parece que me derrumbaré? ¿Por qué sigues recordándome con tu presencia que ya no eres mío? ¿Por qué me has ayudado en cada tropiezo, cada vez más profundo, que he tenido en estos 5 años sin ti?

A veces quisiera saber que ya no tengo más tu ayuda, a veces quisiera saber que te he superado en brillo, que soy yo quien te rescata y revive esa sonrisa en tu rostro. A veces eres una bofetada de fuego y ácido que me quema en cada abrazo con que intentas reconfortarme, a veces creo que esto me lo estoy haciendo yo mismo para tratar de que estés junto a mi. A veces quisiera regresar estos 7 años de saber de ti y no haberte dicho Hola, a veces quisiera tener esa ligereza que tienes para vivir, para decirme así tan fácil: “Creo que tienes SIDA”, para decirme así tan fácil : “Échale Ganas, solo tu te vas a sacar de esto”.

A veces quisiera tener esa facilidad tuya para aventarte al vacío, para aceptar lo que viene, para volar hacia donde te lleve la vida. A veces quisiera haber tenido el valor de haberte dicho adiós ese mismo día en que te conocí por que sabía que me ibas a dejar. A veces quisiera ser yo el de los brazos fuertes, para poder estar junto a ti y ser yo quien te levante. Yo era perfecto cuando te conocí, era fuerte y poderoso, pensé que podría retenerte junto a mi para siempre, y ahora estoy aquí sin ti, y sobre todo sin mí, no se donde me quedé tratando de seguirte de cerca, ya no pude mantener más tu paso y te fuiste, y solo vienes de vez en cuando, justo cuando estoy a punto de caer y me das tu mano, que ahora es de amigo,  que no es la mano que yo quiero, la mano que está presta para ayudar pero que ya no me ama, la mano con la que cavo cada vez más profundo, tratando de ver hasta donde estira, hasta donde puede mantener su fuerza, la mano que era mía cuando yo te levanté sin que me lo pidieras, con esa presunción y arrogancia que me daba el creer que yo te arropaba, cuando en realidad tu me desnudabas, y quitabas cada pieza de mi coraza, descubriendo que solo estaba vacío.

Quisiera de verdad tocar el fondo, dejar de cavar y quedarme aquí, ya no voltear más a ver si sigue ahí tu mano, voltear mis ojos hacia el fondo y cerrarlos para fundirlos en la obscuridad y dormir, dormir sedado en ese negro profundo. A veces quisiera poder decirte adiós, pero ahora tengo que enfrentar esa odiosa palabra que me pusiste de frente, que me pides que venza, ese odioso veneno que tendré que combatir con más veneno, ahora estoy aquí postrado en esta cama contigo a mi lado y de la cual tengo que salir para alejarte de mi.

¿Hasta donde tengo que cavar para aceptar que ya no estás aquí? ¿Hasta donde tengo que cavar para encontrar ese quien era YO antes de ti? ¿Hasta donde tengo que cavar para aceptar esta realidad que corre en mis venas? ¿Qué tanto puedo soportar para hacer algo por mí? Estabas a ras de tierra y no te vi, tuve que cavar hasta el fondo de mi para encontrarte*.


*Ágrafa musulmana en papiro de oxyrrinco/Juan José Arreola.

Dedicado a mi amigo ACC, espero que puedas sostenerte fuerte con tus manos.

miércoles, 7 de mayo de 2014

No estaría tan mal (Hasta romperme los huesos).

No estaría tan mal ahora que todavía soy. No estaría tan mal ahora que todavía parece que tengo fuerza, No estaría tan mal hoy que todavía me han dicho bello, hoy que todavía me han ofrecido amor pensando en que quizá podrían encontrar algo en mí que lo merece, al menos por esta noche. No estaría mal, hoy que aún no he terminado en los huesos, que no han llegado las fiebres ni las manchas a mi cuerpo, no estaría tan mal ahora que todavía no he sentido la enfermedad calar en los huesos y en la vanidad de mi ego. Quizá si piso a fondo el acelerador todo sea tan rápido, puede que no recuerde nada. Quizá si aprieto el gatillo en el lugar correcto su daño se pueda disimular y pueda verme bien entre los colchones de alguno de esos patéticos estuches de madera para cuerpos inertes. Quizá si salto del puente a la hora de más tráfico, pueda impactar a alguien lo suficiente para que me repita una y otra vez en sus historias, para que alguien me lleve en sus sueños aunque sean pesadillas.

No creo tener suficiente fuerza para esto, no sé qué pasará y no quiero saberlo. No quiero que mi tic nervioso de verme en cada reflejo me grite un día “Enfermo”. Ya he luchado bastante; luche contra gritos, insultos y frialdad mientras crecía. No extraño abrazos ni sonrisas porque nunca los tuve, así que tampoco tengo muchos motivos como para seguir. No creo estar preparado para entregar a mi padre el placer de confirmar todos sus vaticinios sobre mí, me animaba el poder echarle en cara que había logrado ser mejor de lo que esperaba, y ahora con este diagnóstico (VIH+) solo pondré más leña al fuego de su desdén y de sus insultos hacia mí. Nunca he entendido esto de sentir, sentir qué, sentir cómo. Sólo conozco la rabia y el enojo, solo conozco la ira y el rencor, sólo conozco gritos, insultos, empujones y bofetadas sin sentido, sólo conozco estas ganas de destruirle y que ahora me hacen sentir tan fuerte que lo que tengo que destruir es a mí, así me libraré de su odio, así me libraré de esa furia que me produce, así podré aniquilar ese dolor que me causa ese nunca poder abrazarte, ese nunca sentir que me abraza tan fuerte, tan fuerte como si quisiera quebrarme los huesos para llegar a mi corazón.

(Mi Padre) Me heredó unos genes que me han convertido en objeto de deseo, en objeto de aparente amor, nublado, cegado por esa imagen que otros han idealizado, sin darse cuenta de que no hay nada debajo, de que es una vistosa envoltura para una caja vacía. Desde la adolescencia empecé a encontrar muchos brazos abiertos. Algunos, la mayoría de los que he aceptado, se abrían para pedirme que abriera las piernas, se abrían para pedirme que me hincara y rezara a su Dios Falo. Me hicieron suplicar que por favor me abrazaran, me hicieron suplicar un beso, mantienen los brazos abiertos pero no los cierran, no los ponen alrededor de mi lastimado cuerpo, me recordaban tanto a mi padre, siempre ahí, siempre buscando tratar de agradarle y de recibir una sonrisa, sólo dándome lo mínimo necesario para no huir, para sentir que quizá si era importante, pero buscando cualquier pretexto para hacerme sentir que no lo merecía, que nunca era suficiente.

Otros tantos brazos se abren así, sin razón aparente, brazos que me quieren cuidar y proteger de todo y de todos, brazos que me quieren poner en una burbuja, me asfixian, me producen un escozor inexplicable, no los puedo entender, me hacen sentir que me parezco tanto a mi padre, desatan mi desprecio, ¿por qué se dan así tan fácil?, ¿por qué creen que pueden encontrar algo en mí?, a veces me hacen sonreír con tanta ingenuidad, a veces me llega a conmover tanto amor así tan fácil, intento aceptarlo pero no lo entiendo y miro hacia adentro y veo algo obscuro y vacío, y no lo entiendo y los detesto, los enveneno y los pateo, así como esas eventuales bofetadas que me daba el amo y señor de la casa. Y pienso que sólo los deslumbra la luz de mi cara y mi cuerpo, que solo se entregaron a la rapidez de mi palabra que se formó para tratar de buscar ese amor desmedido que tanto necesito, que tanto siento que no merezco.

Y así llegue a este punto, donde no sé ni quien soy, donde no me soporto ni a mí mismo, donde me pregunto ¿A caso soy malo? Por qué no puedo encontrar alegría en esos ojos optimistas que me quieren hacer sonreír. Por qué no puedo aceptar esos labios que sólo quieren conectar su corazón con el mío y escribir historias juntos que después podamos recordar y contar en la vejez, esos labios que me dicen tantas cosas que nunca he entendido, que me ofrecen tantas cosas que nunca he recibido. Por qué sólo puedo ver esta inmensa piedra negra que se me vino encima, pensaba que podía conquistar el mundo, que conmigo era suficiente, que había podido superar a mi padre con toda su locura y desamor, y aquí estoy hundido, pensando que soy lo que tanto me dijo, rechazando esos otros brazos que me ofrecen substituir los ausentes y cerrados de mi padre. Por qué no puedo abrazar ese optimismo que me ofrecen, así sin razón alguna, sólo porque si, sólo porque se trata de mí. Dos años con esta piedra inmensa que tengo que cargar que no puedo aventarle en la cara a mi padre y decirle ¿ves a donde me llevaste? Sólo quiero sentir un abrazo, sólo quiero que me abracen muy apretadito, así tan fuerte que me rompan los huesos para llegar a mi corazón, así muy fuerte para poder sentir que hay algo adentro, algo en mí que lo merezca. Un abrazo así tan cálido que me derrita los huesos y me funda para comprender, para sentir que merezco tanto, mucho amor, para creer que alguien se merece tanto amor.

miércoles, 19 de marzo de 2014

Strong (No eres yo)

No eres yo.

De repente atrapas todos mis pensamientos, no, no quiero que te conviertas en todo lo que soy, no quiero que llenes cada segundo de mi vida con la ansiedad y la angustia que me provocas, no, no quiero que te conviertas en mi motor para estar bien tratando de alejarme de tu fantasma.

Al principio entraste en mí como una incógnita, el miedo da saber si yo podría tenerte dentro, me aterraba que te escabulleras entre barreras de látex y las veces que llegaban a caer al suelo cediendo al calor de esa piel desconocida, pero te pensaba tanto que parecía que te quería conmigo, vivías ya en mí en esa angustia de no saber si ya estabas conmigo y a pesar de eso no podía parar, dos negativos y la tercera fue la vencida, quizá te necesitaba conmigo, pero no, tú no eres yo.

Me niego a pensar en ti y al final aquí estoy contigo en mi cabeza, ahora eres algo que quiero vencer, quizá eres el vencerme a mí mismo, romper con todo este autosabotaje y vencerte, vencerme, lograr trascender por encima de ti, por encima de mí y de todo eso que no me gusta pero me es imposible evitar, todo mi dejar las cosas al final, todo mi evadirme entre substancias y caricias vacías, esos sueños e historias que invento para sedarme y evadir mi aburrida realidad que ni siquiera puede ser triste ni dramática, y quizá por eso estas aquí, pero no, tampoco tu trajiste drama, no has pudiste romper la burbuja de protección en la que he crecido y lograste que tuviera uno de los momentos donde más amado me he sentido.

Ahora eres algo por lo cual vivir, vivir para vencerte, NOOOO, no quiero que seas mi motivación, pero eso eres, vencerte, demostrarte que a pesar de todo y a pesar de mí, te estoy ganando, puedo contra ti, y a pesar de llevarte dentro de mí no podrás detenerme, no me impedirás sentir esta gran intensidad que quiero hacer estallar.

Quizá si eres yo, ese yo tóxico que me autoflajela, que adora tomar tantos y tantos riesgos, llevar todo al límite bordeando el filo del barranco, saltando en puntas y dando giros vertiginosos bailando hasta el amanecer hasta quedar exhausto y de repente despertar junto a un cuerpo del que no pregunte el nombre.

Quizá si eres un poco yo, esa sensación de que no merezco esto, que a pesar de todo tengo tanta suerte, ya ves, estás en mí y no me has hecho daño como a tantos otros que te has llevado, tan tristes esas ausencias, tan tristes esos destinos, quizá les ganó el miedo, quizá yo no te lo tengo. Mis ganas de doblegarte hasta hoy han podido detenerte, estás en mí pero no te siento y no te quiero sentir, solo has sido una sombra que tengo que vigilar cada 3 meses, que trato de alejar bailando hasta quedar exhausto y no tener fuerza ni para pensar en ti.

Así quiero que te quedes, escondida en mi sombra, tu obscuridad es la contraparte que necesito para encender mi fuego, esa pasión que siento cada que te recuerdo y siento que te destruiré, que te venceré, tu obscura presencia dentro de mí me hacen sentir poderoso, ya ves 14 años y yo sigo aquí, mejor que ayer, mejor que nunca. No, no eres yo, pero me ayudaste a descubrir que puedo llegar al fondo y salir de ahí, que puedo seguir con los pies en el fango pero mi cabeza está arriba viendo la luz, que mis brazos son fuertes y puedo transformarme en un monstruo de fuego, desataste la furi
a necesaria para correr e intentar alzar el vuelo, no tengo alas, pero tengo tantas ganas de volar que lo lograré, no te puedo sacar de mi pero te puedo doblegar, te puedo vencer, quizá mañana me ganes tú, pero hoy, yo soy quien manda en mi cuerpo y en mi corazón.

Finalmente llegará el momento, quizá no seas tú quien me gané, quizá sólo sea que el fuego de repente se apague, y en ese momento quiero que alguien me recuerde con una sonrisa mientras toma mi mano y se lleve estas ganas de vencerte, espero todavía estar mucho tiempo aquí, y poder lograr levantar ese vuelo que tanto deseo, sigo corriendo, cada vez más fuerte, quizá si acelero más lo podré lograr, No eres yo, no me detendrás, algún día estaré volando, ya lo verás ;).

PD. Un abrazo inmenso a mi Mamá que me ha acompañado en estos 14 años de diagnóstico. Otro abrazo muy fuerte a aquellos que si te has llevado, siento tanto no haber podido estar más cerca.