jueves, 29 de agosto de 2013

Con Estrella (De nacimiento).

Siempre he querido pensar que mi mamá deseaba que pudiera sentir este sol en mi cara mientras mi nariz respira el fresco olor a sal y mis oídos escuchan el intenso oleaje de Cuyutlán, que tan sólo por estos minutos de perfecto placer y paz que me puedo tomar todos los días mi madre prefirió tenerme aunque sabía que no podría cuidarme, aunque yo hubiera nacido del gran dolor que habían causado en su vida. Siempre he querido pensar que mi madre deseaba tanto que pudiera disfrutar de la vida que a ella le habían hecho desdeñar, que quería que disfrutara de despertar y sentir las sábanas rozando mi piel mientras el sol entra travieso entre las rendijas de la persiana para despertarme, que la recordara con el olor del café recién preparado inundando la casa, que disfrutara de todas estas cosas sencillas que hacen el día a día tan pleno, como la sonrisa de la abuela mientras me grita a todo pulmón que baje a desayunar, a veces pienso que su única misión en la vida es ponerme gordo, lo bueno es que me escapo de ella para ir a la escuela y para jugar con mis vecinos si no por ella estaría comiendo todo el día.
Nunca he tenido otra realidad más que esta, así nací, en esta playa donde mi bellísima madre se volvió loca, mi abuela también lo hizo, se volvió loca por mi, creo que el haber perdido a su hija de una manera tan dolorosa la hizo volcar todo su amor hacía mi, agradezco tanto a mi Madre y tanto a Dios haberme dejado con mi abuela, esta mujer madura llena de alegría y de energía, que me ha dado la mejor vida que alguien pueda tener, llena de pequeñas aventuras, de hermosos detalles todos los días, alejando cualquier miedo que cercara mi sonrisa.
 
Recuerdo cuando empecé a tener consciencia de las visitas mensuales a la clínica, y el miedo que me producía saber el que a lo mejor ese día me tocaba toma de muestras, el pánico que me provocaba tener que enfrentarme al monstruo de la aguja y como mi abuela convirtió esa aventura en una conquista de dragones y princesas, donde ella y yo éramos los héroes, y si me tocaba la toma de sangre, ver sus mangas arremangadas y pedir que a ella también le tomaran su muestra, hacerse la valiente mientras le sacaban su preciosa sangre antes que a mí aunque ella no lo necesitaba, sólo por mi, sólo para que no tuviera miedo de las malvadas agujas y al terminar pararse triunfante con un grito de victoria, haciéndome reír con sus muecas y saltos grotescos, haciendo reír a las enfermeras a las que platicaba todas mis gracias y travesuras de niño. Recuerdo como me despertaba tempranito y nos subíamos a la camioneta del tío Juancho que malhumorado nos llevaba hasta Colima para la consulta, ahora voy solo en el primer camión de la mañana pensando en la sonrisa de la abuela, nunca le digo cuando me toca consulta aunque a veces encuentra mi carnet y no hay forma de disuadirla a que se quede y me acompaña junto con el tío Juancho y su amodorrado malhumor, ahora soy yo el que maneja la camioneta en esos días, cantando Sr. Sol con la abuela mientras vamos por la carretera.
 
Ya casi tengo 18 años, estoy por entrar a la universidad, ahora tengo tantas ganas de vivir, como siempre las he tenido, como las ganas que tiene mi abuela de hacerme feliz, ahora tengo ganas de gritar y de cantar, de estudiar con ahínco y de conquistar al mundo, no sé si este virus es bueno o es malo, gracias a los cuidados y disciplina de la abuela nunca he estado realmente enfermo, pareciera que en mi caso ha sido un virus de “salud” un par de pastillas al día y todos mis catarros son de un poco de flujo nasal por tres días un par de veces al año, mi viruela infantil fue muy benévola conmigo, nunca sufro del estómago y mis riñones e hígado han resultado ser muy fuertes, hago deporte todos los días y me siento lleno de energía, he visto mucho sufrimiento y enfermedad en la clínica, pero gracias a Dios y a mi abuela en estos 18 años no he pasado enfermedad grave, ahora me toca cuidarme a mí, tendré que dejar mi hermoso Cuyutlán para estudiar en Colima, ya no tendré la voz de la abuela despertándome todos los días para darme mi pastilla y el desayuno, ya no estará en la puerta de mi cuarto esperándome en la noche para darme la segunda dosis, ahora me tocará prepararme a mi las 5 comidas diarias que me recomendó el doctor, lavar con sumo cuidado las verduras y frutas que disfruto comer todos los días, tener mi cuarto en la pensión impecable de limpio, espero pronto terminar mi carrera y trabajar muy duro, espero ser pronto yo el que cuide de mi hermosa abuela. Espero este virus nunca me detenga en mi propósito de hacer sonreír a la abuela todos los días como ella lo intenta conmigo, deseo poder ganar lo suficiente para jubilar la camioneta del tío Juancho y llevarlos a pasear por el mundo.
Mi abuela dice que tengo estrella, esa estrella azul de la tarde, yo sé que soy hijo de venus, mi hermosa madre, que sabía estaría mejor con la abuela. Mi Abuela dice que mi estrella me ayudará a encontrar una mujer tan bella como mi madre, yo quiero encontrar una tan alegre como mi abuela, y mientras la encuentro la tengo a ella para llenar mis alegrías y tristezas. No me preocupa el virus, sé que cuando encuentre a esa mujer todo será perfecto y no habrá ni virus ni ninguna otra cosa que se interponga entre nosotros. Sí, definitivamente tengo Estrella, vengo con ella de nacimiento, mi vida podría haber sido una tragedia, una madre violada que no supo que hacer con ese dolor más que tenerme, que sucumbió después de su embarazo ante el dolor de la enfermedad y la tragedia de sentirse usada. Un virus invadiendo mi cuerpo, un virus que puede ser mortal y que no daba muchas expectativas a mi vida, un pueblo alejado sin muchos recursos para atender la salud de su gente, una época donde todavía no había tantos avances y conocimiento de como tratarme, no conozco otra realidad, no sé si pude estar mejor, he tenido este virus todo mi vida, es mi realidad de nacimiento, una realidad que ha sido buena conmigo, que me dejó al cuidado de una cariñosa abuela, y un regañón Tío Juancho, una realidad en la que el cuidado de mi salud es cosa de todos los días, donde he podido ser inmensamente Feliz, definitivamente tengo estrella, se llama Romina, mi hermosa abuela.
 
(Dedicado a todos esos padres, abuelos, tíos que han vencido tantos miedos y se han volcado en un tierno cuidado de seres queridos con alguna enfermedad o padecimiento, entre ellos a mi MAMÁ).

jueves, 22 de agosto de 2013

¿Quién fue? (¿Fui yo?)


¿Fui yo quien te contagió ó fuiste tú quien se contagió? ¿Fue mi manía de querer llevarme algo tuyo dentro? ¿Tu desenfrenado ímpetu por hacerlo todo tan intenso? ¿Fueron los martinis seguidos por mojitos? ¿Las feromonas que exudamos al bailar tan pegados? ¿fue tu olor a vainilla con almizcle? ¿Acaso mis labios rosas o el roce de mi barba?

¿Sabes? A mi me contagió un virus, no fue un cabrón &%#$, no fue mi exnovio que me engañó, tampoco fue mi amor de esa noche en ese cuarto obscuro. No, no es un comportamiento lo que me contagió, no es usar o no usar condón, es un virus, un puto virus que pensándolo bien ha sido “bueno” conmigo. No es que me justifique, es que así es, ¿vas a dejar de respirar para no contagiarte de influenza? ¿Dejarás de comer para no adquirir salmonelosis? El enemigo no soy yo, el enemigo no es coger, el enemigo es un maldito virus, que ha muchos ha matado, pero créemelo a muchos otros nos ha hecho vivir.

¿Te sientes culpable? ¿crees que has estado cavando tu propia tumba? No llores, no te lamentes, nadie te obligó, nadie te violó, ¿y si así hubiera sido?, el hecho es que estás aquí, tu sangre puede ser veneno, tu cuerpo puede ser una inyección letal, pero no, tu cuerpo es tu templo así que cuídalo, y no, no estás mal, parte de cuidarlo es darle placer, tu cuerpo que odias al verlo al espejo pero que tanto placer te ha dado al ser tocado, ese cuerpo que tratas de transformar con ahínco en tus sudorosas sesiones de cardio, ese que después destrozas con tus ataques de donas de chocolate, ese que adornas cariñoso con ropa de diseñador que estrenarás en esas noches en que luego lastimas con drogas y alcohol. Ese cuerpo hermoso con sus pliegues y curvas con esos vellos fuera de lugar, ese cuerpo con sus protuberancias que te permite caminar y llegar a tantos lados, oler todos esos perfumes que te extasían, con el que has visto tantos paraísos, ese hermoso cuerpo resultado de tantos placeres que has comido, ese cuerpo es tu templo, es tu medio, es tu tan hermoso tú.

Tu no te contagiaste niño, te contagió un maldito virus; así como a esa señora que ves en la consulta no la contagió su adúltero marido; o como ese niño que llora inconsolable cada que le toca le tomen muestras, ese niño no fue contagiado por su “irresponsable” madre positiva que se empeñó en tenerlo y darle la mejor vida posible. Tampoco se contagió a sí mismo tu amigo junkie de la secundaria con esas jeringas llenas de heroína, sí, ese tu adorado y tierno amigo infantil que dejaste al crecer, del que sabías nada hasta hace un año que murió; así que ya deja de lamentarte y mejor disfruta lo que tienes, que no sabes si lo tendrás mañana, deja de llorar, que me caes muy mal cuando lo haces, cuida lo que tienes que es tu cuerpo y vive intensamente lo que sientes. Te quiero cuerpo.
 
 
Foto: Tres torsos desnudos / HERB RITTS

viernes, 16 de agosto de 2013

No es para tanto

Después de siete años pareciera que fue hace otros siete más, ya ni recuerdo las palabras de mi ex amado novio al cortarme cuando le dije la gran y “positiva” noticia, la verdad es que tampoco me acuerdo bien de su cara.

Después de siete cortos y a la vez largos años esto se ha vuelto algo tan cotidiano, ya me parece de lo más normal las tomas de sangre cada seis meses, las consultas mensuales para ir por medicamento acompañadas de las filas en la farmacia, obsesionarme por tomar una pastillita en punto de las 10 y media de la mañana y otra a las diez y media de la noche exactas, ni un minuto más ni un segundo antes. Lavar y desinfectar todos los alimentos se ha vuelto un acto reflejo, decir no a casi cualquier comida de la calle es un mantra (ahhh excepto los churritos con salsa, lo siento). Ya le perdí el miedo a mi perra: dejé tiempo atrás los guantes y tapabocas que usaba para limpiarle todos los días el patio, ahora la cargo y la beso con profusión; ya no me acordaba que me daba pánico subirme al bus y agarrarme de los tubos llenos de gérmenes o el drama del fin del mundo que me provocaban estornudos insignificantes a mi alrededor, las nauseas de mis primeras citas en el hospital viendo la sala de espera con tres o cuatro zombis esperando su revisión, ahora que son mares de gentes que esperamos horas me parece de lo más normal y dejó de pasarme por la cabeza el que me puedan contagiar de gripes y salpullidos mortales.

¿Estoy mejor o peor? no lo sé, no estoy un día con el virus y otro día sin él para comparar, sólo sé que estoy aquí y estoy bien: puedo trabajar, puedo divertirme, una borrachera de vez en cuando, ir al gimnasio y a correr; también puedo ligar: puedo decirte guapo sin miedo y ¿sabes? me lo dicen a mí de vez en cuando, puedo ver lo cachondo que eres y sentir lo sexi que soy yo, puedo rozar tu mano y verte con mirada perversa mientras paso a tu lado. Puedo caminar hasta ti e invitarte a bailar y puedo hacerte el amor,… claro con condón.

Después de tanto tiempo y tantas cosas ya no recuerdo lo que es vivir sin este virus, pero ahora sé que no es la muerte, que te puedes morir si no te fijas al cruzar la calle así como si no te fijas con quien te metes. Una distracción manejando y ahí quedaste, que tanto a ti como a mí nos puede matar una infección estomacal desconocida o algún virus o bacteria resistente, que es más fácil que te de cáncer por tus antecedentes familiares a que me de a mí q no hay nadie con mi sangre que lo haya sufrido. Sé que la diabetes o la hepatitis pueden ser más difíciles de llevar que el VIH, que sólo me tengo que cuidar como me cuidaba mi madre cuando era niño y no olvidar mi pastillita salvavidas (a veces las combino: un arv + un salvavidas no más por ridículo).
 

No es que esté exento de cualquier peligro pero tampoco lo estás tú con tu prueba Elisa negativa, la muerte nos viene acompañando desde el primer segundo que salimos del útero, es lo único que tenemos por seguro, así que ni pienso en ella, sé que está buscando el momento oportuno para ti y para mí, así que en lo que llega me dedico a disfrutar y tratar de estar aquí el mayor tiempo posible, gozando de mi cuerpo que no es de revista pero a mi me parece bello, gozando de verte que a mis ojos les resulta el placer más grande, tratando de atrapar tu mirada una vez más, quizá con las palabras correctas me besarás, ni tu ni yo somos culpables de esto, y la verdad es que qué más da, no es para tanto.
 
No te lo deseo pero si te pasa sabes que contarás conmigo. No te asustes, No es para tanto, tampoco es tan fácil que te contagie y si nos cuidamos es practicamente imposible, nuestro amigo de látex será testigo de nuestro amor, de todos modos siempre lo usas, ¿no? De verdad, no es para tanto, aparte con mis arv hace mucho tiempo que soy indetectable y espero mantenerme, así que estoy igual que tu: limpio y saludable, y ya ves, tengo mejor condición, siempre te gano cuando corremos en el parque, te agitas cuando tienes que subir dos pisos y cuando salimos a las 3 ya te quieres dormir, ni una sola gripe y tu ya llevas dos muy fuertes en este año que te conozco, creo que te hace más daño a ti el cigarro que a mi el virus, ¿ya ves? no es para tanto, sabes que aquí estoy, ya no te hagas el difícil y dame un beso.

lunes, 12 de agosto de 2013

Lucky One

Hace poco me deseaste suerte, sabes la he tenido mucho tiempo, tantos años cruzando el pantano, enlodando cada centímetro de mi ser y aquí sigo.

Me he metido con todos y de todo, you name it, I did it; tríos, cuartetos y orquestas completas; bondage, S&M, golden shower, fisting, gangbangs; tachas, crystal, ketamina, heroína, lsd, coca, poppers, cloruro, ¿qué más hay? Bueno también eso. Uno, dos, treintaisiete, cuarentaicuatro, hace muchos hombres que perdí la cuenta. Roberto, Pedro, Mario, Guey, Puto, Cabrón, de muchos ni el nombre supe, muchos tampoco el mío, a algunos ni la cara les vi, pero uf como los he sentido a todos, como los seguiré llevando en mí a todos ellos, están aquí conmigo, acompañándome en cada momento de mi vida, algunos se han ido de la memoria, pero siguen dentro de mí, los llevo en las venas, los alimento con mi sangre y cd4’s. Primer conteo y eran 13mil de ustedes, sus cuerpos tonificados, panzones, flacos, lampiños, velludos, cortos y largos, pero todos con el placer de horas o minutos compartidos, 13mil copias de cada uno de ustedes dentro de mi, muy glotones ¡eh!. Me habían dejado solo 354 CD4’s. 

La trabajadora social se convirtió en mi nueva mejor amiga: has esto, has aquello, no vayas al IMSS, mejor al servicio estatal, ven vamos con mi amiga especialista, exámenes de sífilis, hepatitis, herpes este, herpes aquel y herpes aquel otro, gonorrea, clamidia y demás… negativo, negativo, todos negativos, excepto el Western, hasta nombre cinematográfico tiene la prueba. Y el cielo negro que trae lo negativo que se torna este fallo positivo se empezó a aclarar.

           - Veremos como reaccionas en uno o dos meses para ver si comenzamos con el tratamiento, dijo el doctor  dándome un librito hecho de copias con muñequitos y recomendaciones, ah y unos 20 condones.

La información del librito no me dijo nada que no supiera, no fue suficiente. Las horas del chat y el porno se las regalé al Gran Hermano Google, que todo lo sabe, buscando información del virus: Lipodistrofia, problemas renales, AZT, retrovirales, calidad de vida, Cirrosis Hepática, Sarcoma de Kaposi, Candidiasis. Ponerme gordo, deforme, no poderte besar, que no quisieras ser mi novio, no tener sexo contigo nunca más; mi superficialidad entró en un pánico insoportable con cara de monstruo que me perseguía en las noches para tener sexo conmigo, un monstruo con piel sarcomada, los dientes podridos por el azt, un aliento de muerte a causa de la cirrosis, cojeando veloz tras de mí, el monstruo en el que temía convertirme llenó mis noches de miedo durante una semana y… 

...y de repente tu luz, fue tu doloroso y humillante adiós esa noche deseándome suerte con ese tomo entre burla y lástima escondiendo tu gran tristeza, la suerte que dijiste me había buscado, fue mi acto reflejo de pisar el acelerador a fondo que se contuvo a último momento, fue el abrazo de mi madre conteniendo mi rabioso y tristísimo llorar, fue el fondo del barril que por fin sentí pisar, ese oscurísimo barril lleno de nada en el que había convertido mi vida.


La patada de tu virginal y mojigata crueldad me despertó, no podía caer más bajo, el negro mas negro que pudiera recordar cubrió un en ese instante mi vida, el dolor que dejaste lo quería borrar con una bofetada, tuviste razón yo me lo busqué, ¿y? yo lo disfruté, y lo seguiré disfrutando, yo me buscaré que este virus sólo sea eso: un virus; sin cara y sin forma, un virus del que se hablan tantas cosas, que como todo de lo que se habla mucho, tan poco es cierto. Yo me buscaré estar bien, como hasta ahora lo he estado, yo me buscaré que esto que me busqué me haga el menor daño posible, yo me buscaré seguir disfrutando cada segundo de mi superficial y hedonista vida, aunque ya no la quieras compartir conmigo.

Y buscando y buscando y siguiendo buscando he encontrado mucha información, muchas cosas son basura, muchas cosas suenan a verdad, muchas “verdades” son mentiras. Que si la teoría de la conspiración de las grandes farmacéuticas, que los protocolos viejísimos de la OMS y más viejos los del IMSS y el Seguro Popular, que los doctores no tienen la más mínima idea de como diagnosticar una sífilis ni aunque les lleves los VDRL con títulos, que para todo receten bactrim o amoxicilina. Que si la lipodistrofia, la artritis reumatoide, los problemas renales, de hígado, las afectaciones al sistema motriz, etc. Y así, también buscando y buscando encontré información sobre nutrición, sobre el ácido alphalipoico, la glutamina y los probióticos, sobre la importancia de tener una digestión y una flora intestinal en perfecto estado para mantener un sistema inmunológico perfecto, sobre como evitar complicaciones, la higiene, el impacto del tabaco, las drogas y el alcohol.

¿Suerte? ¿La mano de dios? En los segundos análisis mis CD4 habían subido a más de 500 y mi carga viral bajó a 1500 copias, El Doctor ni mencionó la terrible palabra “tratamiento” he seguido cuidándome: ejercicio, buena alimentación sin ser obsesivo, dejé de fumar, le dije adiós a las drogas y sobre todo a los poppers, para el tercer conteo los CD4 habían subido a más de 700 y la carga viral a menos de 500, a partir de entonces mis análisis se han mantenido estables por más de 5 años con CD4’s entre 700 y 800 y carga viral siempre menor a 500, ¿Suerte? ¿Mi dosis diaria de ácido alphalipoico? ¿La Glutamina después de hacer ejercicio? ¿La alimentación? ¿Haber aprendido a leer mi cuerpo? Solo estoy inmensamente agradecido, con Dios, con mi cuerpo, con la vida, gracias por desearme suerte ;) vaya que la tengo.

lunes, 5 de agosto de 2013

El Miedo

EL MIEDO

Lo poco que sé de ti me ha provocado un pánico insoportable. Tus datos: 22 años, 86 Cd4, 98,000 CV. Ningún cuadro infeccioso grave, recomendación médica: Inicio inmediato de tratamiento con Truvada y Etravirina. Tiempo de diagnóstico 3 meses.

Lo poco que sé de ti me ha provocado un pánico insoportable. Tus datos: 38 años, 12 Cd4, 148,000 CV. Cuadro de Neumonia, Herpes Zoster, Internado en terapia intensiva, a los 4 días muerte por cuadro de Sida. Se desconoce si hubo un diagnóstico anterior al episodio de terapia intensiva que llevó a tu muerte, nunca usaste tratamiento.

Lo poco que sé de ti me ha provocado un pánico insoportable. Tus datos: 46 años, 460 Cd4, CV Indetectable. Cuadros clínicos: Reinfección constante por sífilis con daño en articulaciones de rodillas y tobillos, herpes genital. Daño renal medio y  lipodistrofia como efecto secundario de tratamiento de 1ra etapa. Tiempo de diagnóstico 12 años. Tratamiento Sífilis: dosis de penicilina benzódica, Tratamiento VIH: Etapa Inicial Zidovudina, 2da Etapa Keletra.

Haber conocido un poco de ti me ha provocado un pánico terrible, no quiero saber nada, no quiero verte, no quiero encontrarte en consulta, vete, no, yo no quiero estar así, no existes, no es verdad lo que he visto, no puedo creer que pueda soportar estar en ese estado en que te encuentras, ¿por qué llegaste a eso?

Haber conocido un poco de ti me ha provocado un pánico terrible, mi mente no se atreve a pensar en que pueda soportar sufrir cualquiera de las cosas que te han pasado, no quiero dejar mi vida, no quiero estar esclavizado a una pastilla, mi capacidad mental no me da para medir la angustia de vivir pensando en que mañana me podré morir por una gripa y esta angustia me ha cogido del cuello estrangulando mi mente. Estornudo y me vuelvo loco corro inmediatamente al Doctor y me saturo de medicamentos para borrar cualquier indicio de enfermedad. Desconfío de la tos de ese niño y su madre que me cruce en el camión, no quiero tocar ese atole callejero que llenaba mi estomago en camino al trabajo, me da pavor que pueda provocar una diarrea y borre de mi cuerpo los 7 kg que subí como medida de prevención.

Me aterra pensar que pueda llegar a tu estado de debilidad permanente, ¿qué haré con mi trabajo? ¿Cómo le haces? ¿Saben tu situación? ¿Cómo soportas esas miradas? ¿Cómo aguantas el desvío de manos al brindar tu saludo? ¿Tienes trabajo? ¿Y si me corren?, no puedo soportar la idea de no poder pagar una consulta, y las dosis masivas de antibióticos ante cualquier estornudo, los análisis de sangre sin colas de espera ante cualquier cambio que siento en mi cuerpo. ¿Y si se me empieza a notar? ¿si tomo tu tono de piel cenizo y tu flaco caminar? ¿Qué hago con esta vanidad que llena mis tiempos vacíos? ¿Cómo puedes verte al espejo con esa cara demacrada y esa dona en la cintura de la lipodistrofia? ¿Qué sientes al ver tu pelo ralo devastado por tanto químico? ¿Te ves al espejo y recuerdas quien eras? ¿Aún recuerdas esa imagen rozagante que se pavoneaba con las luces circuiteras?

Haber conocido un poco de ti ha sido una aguja q apenas rozando ha roto mi burbuja, explotandola en 1 segundo, dejándome empapado de este miedo terrible, quiero borrarte y es imposible, estás ahí no puedo hacer nada, eres todo lo que no quiero vivir y no puedo borrarte, no sé qué hacer contigo, ¿apoyarte? ¿Buscarte? ¿No desviar la mirada cuando te veo en consulta? ¿Preguntarte como estás?
 
Haber conocido un poco de ti ha desatado mis miedos más profundos, ha llenado de pánico todos mis momentos, ¿Por qué te dejaste morir? ¿Por qué nunca me dijiste nada? Recuerdo ese beso mágico hace muchos años, y tu olor… ese olor a deseo que aún tengo en la nariz, ¿Por qué te dejaste morir? Te odio, yo no quiero morir, yo quiero estar lleno de vida y buscaré un motivo hasta debajo de las piedras, ¿Por qué te dejaste morir si habíamos muchas personas que te queríamos? ¿Cuándo dejaste de soñar? ¿Tenías tanto miedo como yo? Me gustaría entrar un segundo a tu dimensión tomar tu mano y saber de tu boca que todo está bien, saber que conmigo todo estará bien, necesito un abrazo tuyo y volver a tener tu olor, ese olor de deseo limpio y eterno, necesito saber de tu voz que todo es mejor allá, dejar este miedo terrible y VHIVIR.